Hace más de tres años que no te veo. No sé con quién se queja uno de esta situación. No hay una ventanilla para hacerlo. No hay un número 01-800 para externar mi inconformidad. Ni siquiera hay alguien que tenga la culpa.
Me acuerdo un día en el que mi abuela, que por cierto ya no veía nada en aquél entonces, luchaba con unas pinzas tratando de sacarle los bigotes y algunos pelos de la barbilla a su hermana. Las dos ya estaban viejitas y al observar sus maniobras, tuve un intenso flash-forward en el que nos vi claramente, yo huyendo con mi andadera y tú detrás, con las pinzas y un enorme espejo de aumento.
Ese era el plan. Ese era el acuerdo entre las dos. Íbamos a estar juntas para obligarnos a usar la dentadura postiza, para cambiarnos el pañal de adulto, para contar un millón de veces las mismas historias a hijos, sobrinos y nietos, para visitarnos y tomar té con piquete, tejer carpetitas con ganchillo, ir al cine y preguntarnos en voz alta de qué va la película, pasear a los perros en el parque, jugar canasta, caminar encorvaditas a misa de 12…
Pero como dice Woody Allen:
“How can you make God laugh? Tell him about your plans”.
El cielo me quedó a deber este final.
Nuestra relación, he de confesar, tuvo un principio algo rocoso. Las primeras palabras que dije cuando te vi fueron: “Mamá, no te lleves a esa niña tan fea a la casa”.
Afortunadamente, mi madre no hizo caso y me OBLIGÓ a aceptar el mejor regalo que alguien me dio jamás:
Mi hermana chiquita.
Primero, fuiste famosa por tu belleza (cabrona). No había hombre que no desfalleciera, ni esperanza de competir contigo para ganar algún novio. Aún en la patética época en que todas intentábamos lucir el peinado de Farrah Fawcett, con atroces resultados, tú te veías chula de bonita.
Aunque eras la chiquita, siempre hiciste todo primero que yo:
- Te bajó la regla primero, cosa que me vino muy bien cuando te fui a buscar a tu cabaña en el campamento, aterrada, adolorida y sin saber qué demonios hacer.
- Manejaste antes que yo (porque simplemente no se me daba, como bien saben varios agentes de seguros).
- El primer beso, primero tú.
- Te casaste primero que la mayor, que en aquella época era una terrible humillación (para la mayor) y una enorme preocupación entre las tías (ridículo, pero cierto).
Éramos inseparables, o porque nos teníamos agarradas la una a la otra de las greñas, o porque no ha habido dos hermanas que se hayan reído tanto juntas.
Además de querernos con toda el alma, cómo nos caíamos de bien.
Pero un día, se nos atravesó el cáncer en el camino. Fue cuando te hiciste famosa por tu valor.
Yo pensaba “No puede ser cierto. Debe haber algún error. No hay antecedentes de cáncer de mama en nuestra familia. Ninguna tía, abuela, prima. Nadie. Pero bueno. Hoy en día esto se cura. Es una mutilación, es una pérdida, es una tortura para el cuerpo, para el alma. Pero se cura”.
Para mi desgracia y para la de todas las personas a las que tocaste, esto no siempre es cierto. Pero eso sí, mi niña, no te fuiste fácilmente. Luchaste como una fiera, te burlaste una y mil veces de ese rottweiler que no te quería soltar, te caíste, te levantaste, te caíste de nuevo y otra vez, ante nuestros ojos incrédulos, te levantaste cada vez más fuerte…por dentro.
Por fuera, el cáncer ganaba. Por dentro, no te pudo ni tocar. Tu sonrisa, tu espíritu, tu sentido del humor y tu inacabable amor nos hicieron ese terrible viaje más ligero y hoy, siguen vivos y nos susurran al oído todos los días. Pero ya no te puedo ver. YA NO TE PUEDO VER.
Otra de las cosas que tuviste que hacer primero que yo fue morirte, Chiquilina, y eso no estuvo padre. Más te vale que cuando sea mi turno, seas el primer espíritu que me salga a recibir, porque además, ya sabes lo norteada que soy. No me vaya a perder en el túnel de la luz y acabar atorada en algún limbo. Eso me lo debe el cielo, a cambio de tener que sacarme yo misma los bigotes y los pelos de la barbilla.
No pudimos cambiar tu historia, gordita. Y los hubieras ya no sirven más que para torturarnos. “Si hubiéramos detectado esto antes”, “Si hubieran encontrado la metástasis que ya tenías en el esternón”. ¿Qué hubiera pasado? ¿Estaríamos juntas hoy? No pudimos cambiar tu historia, pero puedo tratar de cambiar la mía, la de mis amigas, la de mis conocidas, la de mis desconocidas.
Tú decías que el cáncer era un maestro implacable pero espectacular. Yo sé, porque lo vi, que por absurdo que parezca te transformó en muchas cosas para bien y a nosotros igual. Pero también decías “ojala puedan experimentar en cabeza ajena, ojala puedan aprender a amar la vida sin tener que ver tan de cerca de la muerte, ojala sepan que pueden elegir, en cada momento, ser felices”.
Ojala que las mujeres que lean esta carta se levanten y se hagan un auto-examen en este momento. Ojala que los hombres que la lean le recuerden a las mujeres de su vida que lo hagan. Ojala que tengan más tiempo del que tuvimos juntas tú y yo.
Gracias Chiqui.
Gracias por todos los años de risas, de historias, de viajes, de pleitos y reconciliaciones.
Gracias por tus chinos y tus ojos grandes, y por esa sonrisa que iluminaba el corazón.
Gracias por el milagro de tu fortaleza, tu carácter y el sentido del humor con el que nos escondías tu dolor y tus miedos.
Gracias por esa alegría de vivir que contagiabas a manos llenas.
Gracias por darnos a tu esposo y a tus 3 increíbles niños, y por heredarnos a todos tus amigos y vecinos que nos han llenado de consuelo y apoyo.
Qué regalo fue tu vida mi amor, nuestro amor, amor de tanta gente.
Vuela libre, Chiqui adorada, pero no te olvides de sonreírnos desde allá arriba, para que nos vuelva a salir el sol.
Te quiero y te querré,
Tu hermana mayor/menor Martha.
Gracias, Martha.
ReplyDeleteGracias por compartir.
Ay Martuch igual que me haces reír, me hiciste llorar...
ReplyDeleteTe quiero mucho mucho!
Gracias Martha por compartir con tus lector@s una parte importantisima y dolorosa de tu vida, tratando de que experimentemos en cabeza ajena. Favor de tocar.
ReplyDeleteGracias Chiqui.
Un fuerte abrazo.
Gracias Marthita. Por todo.
ReplyDeleteWowwww....Muchos besos Marthita!!!
ReplyDeleteHíjole Lobatera, qué carta tan hermosa. Te mando muchos, muchos besos.
ReplyDeleteAdriana Landeros
Amiga querida:
ReplyDeleteTu sabes que hoy más que nunca, comparto contigo este dolor!!! gracias por esta cata, siempre he reconocido en ti tu capacidad infinita para escribir, pero hoy te llevas las palmas!!!!
Te quiero muchisimo y recuerda que siempre estaré para ti!!!
Besos gordita (flaquita)
Lourdes B
¡Marthitachula!
ReplyDeleteEstoy pasmada, tengo muchos sentimientos dentro de mi y no se qué hacer con ellos... Muchísimas gracias por querer compartirnos tu increíble amor por Chiqui. Afortunada siempre será, eso sin duda... Yo también tengo una hermana que quiero muchísimo aunque la veo poco, muy poco. Ahora sólo quiero decirle lo mucho que la quiero y pedirle que se cuide siempre, todos los días. Gracias (hartas) también por hacernos reflexionar, y sobre todo, actuar.
Me siento muy afortunada de conocerte y saber que siempre podré aprender de ti. ¡Benditas estrógenas!
¡Te quiero mucho chica guapa, qué digo, guapísima!
Chapis.
Gracias Martiux por siempre compartir tu vida junto al lado de la Chiqui, te mando un beso y un abrazo apapachador!! Cuidate!
ReplyDeleteAplausos para las dos. ¿Viste el sol de hoy, Martuch? Chiqui sonreía.
ReplyDeleteMartha venimos a este mundo para "Amar" y tu nos enseñas como. besos, Ju
ReplyDeleteNo Marthita... Pos si estas MUY HEAVY! Que chido es leerte, ya no se si lo hice "denantes" pero si me ando declarando tu "Fanz". De veras, clap clap clap... Besos.
ReplyDeleteNacho Rettally
Vaya....
ReplyDeleteMartha, no sabía nada, me quede speechless, te felicito por la carta esta wow. No se si te acuerdes de mí pero fui compañero de Chiquis durante la prepa en el Olinca
ReplyDeleteSaludos,
Mauricio Ruiz Bosch
muchas gracias por esta carta. fundación cimab la facilitó via tweeter. Mi nombre es Avryl Acevedo, 30 años, hace 5 perdi a mi madre (45 años) por cancer de mamá. Al ser la hermana mayor de 4 hijos suyos, pase con ella muchos momentos parecidos a los de una hermana mayor por lo que me identifique grandemente. Un fuerte abrazo!!
ReplyDeleteMartha: Yo a ti sí te conozco, creo que compartimos la mesa en el Xel-Ha hace algunos años, en realidad no importa eso. Curiosamente tengo una amiga que tuvo cáncer de mama, que iba a las quimios y que conocío a Chiqui. Mi amiga siempre me contó de ella. Un dia también me contó que se había ido. Nunca había visto una foto suya pero no sé por qué siento que ya la conocía, es exactamente como mi amiga me la describía, hermosa, sonriente...Tu carta es bellísima Martha, y me solidarizo contigo de todo corazón, aunque no nos conozcamos realmente. Me siento muy afortunada que haber leído esta hermosa carta. Verónica López Treviño.
ReplyDeleteGracias a todos por su increíble respuesta. Cada comentario ha sido como un apapacho directo al corazón.
ReplyDeleteUn abrazo enorme a Isa, Loly, Amy, Anita, mi Boscha, Adriana, Chapis, Myrna, Pachi, Nacho, Mauricio, Avryl, Ju, a los lectores anónimos y a todos los que nos han retroalimentado y promovido en facebook y twitter.
¡Son lo más!
Y hoy, especialmente hoy, favor de tocar.
En mi familia hay dos mujeres que luchan diario contra el cáncer de mama. A una de mis tías la he acompañado y llevado muchas veces a las quimios y he escuchado muchas historias de mujeres luchadoras. Unas se han ido y otras aquí están. Y por todas ellas #favordetocar.
ReplyDeleteGracias por compartir.
Martha,
ReplyDeleteNo sé si ya te lo conté alguna vez, pero Chiqui, sin conocerla mucho, me cambió la vida.
Leo con sorpresa, que ella decía “ojala puedan experimentar en cabeza ajena, ojala puedan aprender a amar la vida sin tener que ver tan de cerca de la muerte, ojala sepan que pueden elegir, en cada momento, ser felices” y es eso justamente lo que me vino al corazón en la Iglesia de San Agustín (of all places.. una iglesia y yo) el día de la misa que le hicieron. Ese día decidí que tenía que hacer algo por mi vida, por ser feliz y por salir adelante emocionalmente. Así lo hice.
Gracias Chiqui, se te extraña mucho. Gracias Martha por enseñarnos tantas cosas.
QUE PRIVILEGIO SER SU HERMANO, LAS ADMIRO Y ADORO!!!!
ReplyDeleteMarthita, gracias por seguir enseñando y compartiendo, gracias por ser luz. Te mando un abrazo con mucho cariño!
ReplyDeleteGracias Lorena, Grace, Ramón mi hermano mancuerna, y Vero.
ReplyDeleteChiqui sonríe y hoy, en medio de tanto amor, la pude ver.
gracias martha gracias x compartir esta carta tan hermosa
ReplyDeleteQue bEllas palabras, de verdad invitan a reflexionar, en el valor de la vida y la compañía de los seres queridos, espero que a muchas mujeres las invite a actuar y a hacerse un análisis medico.
ReplyDeleteNadie lo pudo haber dicho mejor. Y no sólo es por lo impecablemente bien que escribes, querida Marthita. Sino porque la vida te dió esta vivencia intensa que te hace poder transmitir de forma tan sublime todos estos sentimientos. Tocas así más que el corazón... acaricias el alma.
ReplyDeleteDigno de compartir. Hecho que me dispongo a hacer ahora mismo. Más de una se estará tocando, más que el pecho, el alma misma.
Te mando muchos besos.
Homero Velázquez
Frannypaola, Ale, Homero...gracias a ustedes. Es un privilegio que la hayan leído.
ReplyDeleteFelicidades por celebrar de esta manera la vida y la lucha de tu hermana! Esto de batallar contra el cáncer no está lindo ni es fácil, pero comparto totalmente su punto de vista! "El cáncer es un maestro espectacular", para uno que lo vive en carne propia y, afortunadamente, para los que están alrededor veo que también lo es.
ReplyDeleteA tocarse una vez al mes y a la mayugada anual SIN FALTA! La detección temprana salva vidas!! Me consta!!
Sandra Mora
¡Bien dicho, Sandra!
ReplyDeleteMartha, aunque Chiqui vive en nuestro corazón, gracias por recordarnos la maravillosa mujer que fué y el privilegio que tuvimos sus amigas de conocerla y disfrutarla!!!
ReplyDelete¡Gracias Concha! La verdad, Chiqui sí era un ser al que todos disfrutamos haber conocido. Un beso gigante y gracias por acordarte de ella. Eso hace que siga viva.
ReplyDeleteOiga usted, eso es valor en todo su contexto. Que privilegio el haber tenido una hermana a quien amar. Pero personas como ella no se van nunca, están en el aire, en la tierra, en cada respiración, en sus hijas, contigo. Estas lecciones de vida, tan infra valoradas por la gente son lecciones que deberían repetirnos diario. Efrén Gómez Pacheco. efren3@hotmail.com
ReplyDeleteEfrén, tienes toda la razón. Una hermana es un regalazo. No hay día que no la recuerde y esa es una forma de que ella siempre estará conmigo. Gracias por tu comentario.
ReplyDeleteMartuchis!!! Siempre lo digo: eres grande y estoy contigo siempre!!! En las buenas y en las malas, riéndonos o no. Cuenta conmigo siempre, ok?
ReplyDeleteGracias por compartir esta experiencia de amor, también porque me ayuda a darme cuenta que me preocupo por cosas sin importancia comparado con ésto... Alejandra
ReplyDeleteTitaganesh como me has hecho llorar, que carta tan bonita
ReplyDeleteYa sabes que mientras esperas reunirte con Chiqui yo te sacare los pelos de la barbilla si tu quieres.
te echo de menos.
lalita kumari
Clau, gracias. Eres mi porrista profesional número 1. Alejandra, un besote y a mandar a la chingada todas las cosas sin importancia. Y Lalita Kumari, mi compañera de tantos viajes, vayamos preparando las pinzas y el espejo de aumento. TE ADORO.
ReplyDeleteMarthita. No dejas de sorprenderme. Chiqui también nos heredó a una familia en la cual obviamnete estas incluida. te quiero y tu hermana siempre estará con nosotros.....siempre. Manolo Barberena
ReplyDeleteMartha:
ReplyDeleteme llegó profundamente este testimonio del sentido de la vida a partir de tener una hermana. Gracias por compartirlo....
Manolo, mi hermana Chiqui te adoraba y cuando te conocí, entendí perfectamente por qué. Nunca se me va a olvidar que tomaste un avión para verla cuando ya estaba muy mal, cuando ya casi no podía ni hablar. Nunca se me va a olvidar la sonrisa en su cara cuando te vio. Gracias por ser parte de la herencia que nos dejó.
ReplyDeleteBeatriz, gracias a ti por leerlo y por participar en esta respuesta tan mágica que ha tenido la carta a mi Chiqui.
ReplyDeleteMartha.. ha sido increíble leer tu carta no tienes idea de cómo me llegó pues mi único hermano y menor que yo tuvo esta silenciosa enfermedad a los 33 años y hoy a sus 36 está aquí. Cómo bien dices es una experiencia que te cambia la vida y te enseña a apreciar absolutamente todo. Me has dejado un nudo en el corazón y me hiciste sentir de nuevo esa angustia de quedarme sin mi hermano... Chiquis sigue aquí en tu corazón y has hablado por ella
ReplyDeleteMis respetos!! Soy Marcela Moreno estudié en el Olinca y Ramón es una persona hermosa a la que quiero mucho..
Marcela, creo que nos entendemos perfecto. Es tan duro ver a un hermano o hermana pasar por esto. Te sientes totalmente impotente, pero la verdad es que no es así. Yo sé que el amor y el apoyo que les damos hace toda la diferencia. Un beso a ti y a tu hermano.
ReplyDeleteAh, y qué te puedo decir de Ramón? LO ADORO. Es un tipazo y en una de esas, al pobre le va a tocar eso le la extracción del bigote y los pelos de la barbilla....
Martha, que difícil resulta aprender que Dios nos presta la vida y a nuestros seres amados para un fin superior que casi siempre no entendemos. Que importante y valioso es cuando nos damos cuenta, llevándolo a un plano distinto para bien de la humanidad.
ReplyDeleteFelicidades y todo mi respeto para tí, no cabe duda, Chiqui ilumina el firmamento día con día para recordarnos que la vida es lo mejor que tenemos, que hay que dar todo de nosotros y no guardarnos ni poquito amor, pues es el mejor regalo que podemos ofrecer a otro ser humano. Mucho éxito y felicidad infinita, un abrazo enorme a tu familia, particularmente al esposo e hijos de Chiqui. Buen fin de semana y nunca dejes de sonreir
Mario, tienes toda la razón. A sonreír, que la vida es ahora.
ReplyDeleteUn beso.
hermosa historia, gracias martha por compartir con nosotros esta historia, la historia de tu vida.
ReplyDeleteGracias a todos ustedes.
ReplyDeleteSIN PALABRAS A UNA GRAN MUJER, ESPOSA,HIJA , AMIGA Y MADRE, TE QUIERO CHIQUI
ReplyDeleteREBECA MENDEZ
¡Gracias Rebeca!
ReplyDeleteMarthiux, no he dejado de llorar desde que leí esto. Cada vez te admiro más y me siento muy orgullosa de conocerte y de haber sido compañeras de la Universidad.
ReplyDeleteMis respetos y te reitero mi admiración.
Eres lo máximo
Saludines
Claudia Morelos Lapham
No te conozco, ni conocí a tu chiqui pero tus palabras la describen de una forma maravillosa y no pude evitar las lágrimas. No cabe duda de que todo lo que sucede nos enseña algo a veces con mucho dolor pero las lecciones son maravillosas si sabemos entenderlas. Qué lindo tener hermanas, yo no tuve la suerte, sólo un hermano... pero tengo algunas que la vida me ha dado aunque seguro nunca es igual pero tenemos que vivir lo que nos mandan jaja... así es esto.
ReplyDeleteMe encanta como escribes Martha, tienes el don y transmites todo...
Felicidades, estoy segura de que Chiqui se siente feliz y orgullosa de ser tu hermana desde donde te cuida y te ve.
Un abrazo
Yolanda, mil gracias por tu comentario. Yo sé que mi Chiqui lee mi blog desde donde quiera que esté y se sigue riendo (y llorando) conmigo.
ReplyDeleteUn abrazo enorme,
Martha
I miss her so so much and think of all the wonderful time we shared often.
ReplyDeleteCabroncita
ReplyDeleteComo me has hecho llorar con todos tus comentarios.
No cabe duda que las dos tuvimos unas hermanas maravillosas y que debemos darle gracias a Dios por que nos las presto aunque fuera por solo unos cuantos años.
Compartimos unas perdidas irreparables, al leer palabra por palabra me hiciste recordar los muchos años que tuve la fortuna de tener a mi hermana Conchita y la suerte de que justo al perderla a ella dos meses despues me puso Dios a mi Chiquis adorada en mi camino.
No puedo expresarte lo que significo en mi vida pues para mi fue la hermana que perdi y que crei que habria llegado para quedarse.
La adore como no lo he hecho con ninguna amiga.....la extraño horrrores.
Tengo el mejor recuerdo de ella y, para mi ha sido la mujer que mañor valor supo enfrentar ante tando dolor y sufrimiento por su enfermedad.
Te quiero y te mando mil besos
Ana Benito
Como no entiendo como identificarme en esta cosa te deje un mensaje anoche como anonimo
ReplyDeletebesos
Cabroncita (jajaja),
ReplyDeleteGracias por tus palabras. Las dos perdimos tanto pero tuvimos la suerte de haber tenido tanto. Yo llevaré ese hueco en mi corazón toda la vida, pero como ella, sonrío y veo el sol, aunque llueva por dentro.
Te quiero muchísimo, Ana
Me hiciste llorar con tu historia tan hermosa, no tengo hermanas solo un hermano que ahora vive en otra cd y es menor que yo y lo extraño mucho. Hace 3 años perdí un gran amigo por culpa del cáncer yo había escuchado de la enfermedad pero cuando no la vives de cerca pues solo puedes comentar oh que pena ojala se recupere, sin embargo después de vivirla de cerca con mi amigo y ver como se aferraba a la vida y como a pesar de ir cada dia perdiendo fuerza física(era un hombre muy alto y un poquito alterado metabolicamente es el termino verdad ;) ) nunca anímica el trabajaba sin cansar, hasta que un día recibí la triste llamada para avisar que el habia perdido la batalla, ahora cuando se de alguna historia como la de tu hermana no puedo contener las lagrimas y sentir como se estruja el corazón. Que bueno que guardes recuerdos tan lindos de tu hermana y seguramente estará esperándote en la entrada del cielo cuando en un futuro lejano te toque llegar a ese lugar para abrazarla nuevamente.
ReplyDeleteLa primera vez que leí tu blog fue precisamente por este post recordando a tu hermana, lo vuelvo a leer después de un año y no puedo más que decir: Felicidades. Eres afortunada pq pocas personas en la vida tienen la posibilidad de contar con un angel en su familia y tú tuviste a Chiqui, y para nosotros es una fortuna tenerte, que nos sigas recordando la importancia de detectar un mal como este a tiempo, estoy convencido que Chiqui desde un lugar al lado de Diosito sigue vigilando, hablando a través de ti a todas las mujeres del mundo para recordarles que prohibido no tocar.
ReplyDeleteSé que el dolor nunca se va, pq son años de vivencias, un hermano siempre es como una extensión de tu ser, pero puedes sentirte plena y feliz sabiendo que haces una labor extraordinaria, que la voz de Chiqui se escucha cada día más fuerte...
Un beso y donde quiera que Chiqui se encuentre, que siga bendiciéndote y dándote fortaleza.
Que linda historia! Con que amor tan grande, recuerdas tantos momentos con tu hermana! Mi admiración para ti!! Un abrazo
ReplyDeleteSin palabras. Aún no te conozco y ya te admiro....
ReplyDeleteEse don de la palabra, tu manera tan peculiar de escribir, pero más de transmitir.
Sin palabras. Aún no te conozco y ya te admiro....
ReplyDeleteEse don de la palabra, tu manera tan peculiar de escribir, pero más de transmitir.
Hermoso mensaje que primero reí de todo lo que hacían juntas, y al final lloré de la falta que te hace. Te mando abrazos y besos Martha, Chiqui siempre está junto a ti!
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