En alguna sesión de psicoanálisis me quejaba yo de que no había un solo lugar en este país donde una pudiera conocer hombres disponibles y recomendables. Mi entonces psicólogo me dijo que los gimnasios y demás lugares para hacer ejercicio están plagados de estas mitológicas creaturas. Y puede ser que tenga razón. El problema, mis queridas estrógenas, es que conocer a alguien en medio de gemidos, contorsiones, maldiciones, resoplidos y sofocaciones no es necesariamente lo más glamoroso que te puede pasar en el día. Ya si estas actividades suceden después de varias cenas, copitas de vino, visitas al cine y demás artes de seducción, estamos hablando de otra cosa completamente distinta.
En el gimnasio, yo no necesariamente muestro mi lado más femenino. Recuerdo que una vez, uno de los entrenadores me subió a una elíptica y ordenó sin misericordia: ¡20 minutos!
Pasados exactamente 60 segundos, sentí como si alguien me hubiera vaciado un galón de gasolina en los muslos, seguido por un cerillo. Procedí a ponerme color catsup y a sudar copiosamente, mientras mis ojos se desbordaban de sus órbitas. Aproveché un momento de descuido para eludir al entrenador y emprender la huída hacia la caminadora, sólo para ser interceptada por mi torturador y regresada al potro de castigo. Junto a mi, había un señor de muy buen ver, que encontró este evento la mar de divertido, pero creo que sólo si hubiera sido un quiropráctico en busca de clientes me hubiera dado sus datos para una cita posterior.
Otro problema que tengo es que debo permanecer 100% concentrada en lo que estoy haciendo, o corro el riesgo de sufrir lesiones permanentes. En la caminadora, por ejemplo, no me puedo distraer con los monitores de televisión colocados estratégicamente frente a los aparatos. Si lo hago, mis pies parecen desconectarse de mi cerebro y las caídas han sido en general muy poco discretas. Si no puedo ver los noticieros, mucho menos puedo escanear el territorio buscando bombones apetecibles.
Claro que últimamente, mi condición física ha mejorado considerablemente. Ahora hago caminata dinámica tres veces por semana y nado el resto de los días. Si se me hace tarde, siempre está el wii fit o los múltiples dvd´s que he adquirido para tonificar, elongar, fortalecer, quemar, estirar y contraer. Pero he descubierto que en la pista, los hombres guapos son más difíciles de alcanzar que fuera de ella y la natación no se presta para iniciar conversaciones agradables:
“hoblugglugla…megluglugllamooorrrgggg, glugmarthablubblubbbb”.
Así que me voy a permitir expresar mi desacuerdo con mi entonces psicólogo y sugerir, en vez de esto, el supermercado. Es un misterio para mi, pero los hombres que viven solos sienten una especial predilección por comprar sus provisiones los jueves en la noche y por lo general, necesitan ayuda para escoger frutas y verduras.
También sugiero aficionarse a ir al estadio de futbol, ubicar al objeto del deseo y echarle porras AL MISMO EQUIPO QUE ÉL. Esto, señoras y señoritas, es de vital importancia. Si le van a ir al equipo contrario, mejor ni hagan el esfuerzo.
También se me ocurre inscribirnos a un curso de cata de vinos, o liderazgo de negocios, o desayunar tres veces a la semana en el club de industriales.
Ahora bien, existe la creencia popular que sostiene que sólo conoces a alguien cuando no lo estás buscando…. así que hagan caso omiso de todo lo que leyeron en este artículo. Siento mucho haber sido de nula utilidad.
Hasta la próxima.
--- por Martha Soler Mallet @cholechita @estrogeno3
Olvidaré lo que acabo de leer, olvidaré lo que acabo de leer, olvidaré lo que acabo de leer!!!
ReplyDelete¿Qué fue lo que escribiste? mmm, bueno, lo unico que recuerdo es que me gusto tanto como me han gustado todos sus post!!! ;)
Saludos llenos de estrogeno! Nos vemos el jueves en el super!! jaja
Jajajaja.
ReplyDeleteOtra posibilidad es ir diario a la tienda de mascotas. Alguien que compra un perrito tiene muy buenas posilibilidades de convertirse en una buena pareja. Síguelo. Si va solo quiere decir o que está soltero o que no le ha avisado a la novia la decisión de tener un perrito. Si tiene, cuando llegue con el perrito a la casa, lo correrán indefectiblemente por desconsiderado. Ahí tienes a un bombón sensible con un cachorrito indefenso en la calle. Y si no tiene novia, pues mejor.
Si compra una serpiente, aléjate.
Mi suegro se acaba de divorciar y precisamente estamos pensando regalarle un perrito. El otro día salimos a pasear con uno de los míos y se quedó atónito de la cantidad de mujeres (y hombres) que se acercaron a preguntar sobre la mascota.
ReplyDeleteAunque no lo crean, no sólo son una amorosa y maravillosa compañía, también son gancho para ligar ;D
jajajaja!! soy tu fan!
ReplyDeleteDefinitivamente It's NOT Raining Men ni en el gym, ni en el super, ni en los bares, ni cuando no lo buscas, ni.... no bueno!! creo que más bien están como en peligro de extnción no?? :s :p
De lo que no se dan cuenta es de que el mismo trabajo que les cuesta a ustedes encontrar a ese alguien especial, nos cuesta a los hombres.
ReplyDeleteTodos tenemos historias de horror buscando pareja, ustedes con todos los síntomas de la adolescencia perpetua en el hombre, nosotros con las claras muestras de psycosis colectiva que a veces parecen sufrir.
La verdad es que estoy de acuerdo con la conclusión, dejen de buscar y dedíquense a disfrutar su situación actual. Nada es más atractivo que una mujer plena en todos los aspectos de su vida.